Quiero darte la bienvenida a mi blog personal. En él, podrás conocer mis publicaciones, algunas de ellas expuestas en periódicos provinciales de Canarias. Por otra parte, la ideología se presenta como una aplicación del blog, en el que la política y el debate social estarán presentes en todo momento. Adelante...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cadena Perpetua



"Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas." Y es que vivo en una ciudad, sí, una ciudad. Bella, miles de habitantes, su actividad comercial es inusitada, su historia es seductora, la vanguardia inspira sus monumentos, la tradición inunda sus emblemas, el hormigón ya esconde las cumbres, verde, asfalto, humo… Aunque cerca del mar y de las boscosas cumbres, vivo en una ciudad, sí, una ciudad. Una ciudad condenada a “cadena perpetua” pues sus buenas gentes a veces se transforman. Permutan ebrias de orgullo, contaminadas por el “virus rosa” que los ataca. Y nos ataca a diario en las masa mediática sin escrúpulos, todo valerosa y omnipresente que se ha colado en nuestras vidas, como si fuente de información fuera, como queriendo ser la nueva cultura que nos ha de contextualizar a todos, marginando la honestidad, faltando a la verdad y hundiendo a sus adictos adeptos, a quienes dirige a la auténtica incultura y al rotundo fracaso.Y es entonces cuando esas benignas y valerosas gentes conmutan para ensuciarlo todo. Es el “plenilunio” de la vacía verborrea, cruel y sangrienta. Es la nubosidad ambiental productora de rojizas lágrimas que satisfacen al mismísimo Lucifer. Todo ocurre en torno a un banco de metal similar al que imaginaras en una nave extraterrestre, en sillas de mimbre colocadas en corro frente a una Real institución recreativa, sobre los escalones del Ayuntamiento situado sobre un manto de cáscaras de girasol, en las mesas del Quiosco bajo laureles de indias, en la peluquería o en el desgastado, abandonado y entristecido Mercado Municipal. Sólo necesitamos dos personas, a veces más, la una inventa, la otra cree, y la otra aumenta, y la otra lleva el falso mensaje a otra mesa, otra peluquería, otro escalón y a veces a la Iglesia. Allí Dios la mira, y ni por esas siente vergüenza. Mientras tanto, en su casa y adivinándose entre su descaro, un marido, dos hijos, uno es drogadicto, una deuda con el “Hispano”, una nuera con cáncer de pulmón, su cama sin hacer y lo peor de todo ¡Se enfría su cortado! Era un “leche y leche” y ha preferido llenarse la boca con mentiras y exageraciones sobre su vecina que, para colmo, es también su prima. Son palabras del poeta Pablo Neruda “Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.” Es quizás miedo a encontrarse, a ver la propia realidad, a odiar la propia vida, pero lo cierto es que esta lamentable actitud se ha convertido en el día a día de muchos conciudadanos, un deporte oficial que, deplorablemente ha eclipsado el buen hacer de la educación y la cultura en el municipio.La solución puede hallarse en el intento personal de encontrarse con la propia inteligencia. El psicólogo suizo Piaget, precursor de la teoría cognitiva, ya pensaba que “la inteligencia es lo que utilizamos cuando no sabemos qué hacer”. Ahí radica la pascua, esto es, la muerte de la cultura del “chismorreo”, que de paso a la resurrección del poder individual, al nacimiento de una regeneración social que se base en la apreciación de la cultura, el buen uso del tiempo de ocio, la educación, el emprendimiento, el respeto mutuo, y todo ello enmarcado con la auténtica conductora del cambio: la autenticidad de un pueblo, que ha perdido sus honrosas señas de identidad.Los culpables.Sería un tópico afirmar que todos hemos contribuido para llegar a esta situación. Pero en este caso lo típico es lo válido. Desde el emisor del “mensaje chismoso” hasta su receptor, quien ha querido recibirlo, participando en el ridículo plan de humillación al tercero, pasando por la permisiva sociedad y la pasividad del tercero, quien no es capaz de provocar respeto hacia sí mismo. Sin embargo, los ciudadanos de a pie no son los grandes forajidos del asunto. Aquellos que se han asentado en las confortables butacas del salón de plenos han provocado con sus malas artes el hastío del pueblo. Y es que, desde hace ya algunos años, en Los llanos de Aridane no existe una oferta de ocio o una agenda cultural coherente con la demanda ciudadana. Esto provoca que la gente componga y cree ejercicios “anti-aburrimiento” a cualquier precio, rozando la exigüidad moral y la desvergüenza.A las nuevas generaciones, las nacidas y las venideras, luchemos por inculcarles, por inculcarnos una vida moralmente higiénica. Somos los jóvenes la gran esperanza de un pueblo hundido en la desesperanza. Bombardeemos al “comadreo” y breguemos por la libertad lozana. Seamos la melodía que reproduzca el deseo y el ansia cultural, pues lo merecemos y lo necesitamos. Pero no es fácil, pues "La verdadera educación de un hombre comienza varias generaciones atrás." Seamos la primera.

Madrid, a 10 de octubre de 2009.

Fran Díaz Rodríguez

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